• INICIO
  • REVISTA
    • DIRECTORIO
    • NORMAS EDITORIALES
    • NÚMEROS ANTERIORES
  • RELATOS
  • MIRADAS
  • VOCES
  • RESEÑAS

CONVOCATORIAS

Índice

  • Relatos

  • Nachito-Miquitzi, ancestro comunitario de los nahuas de San Pablo del Monte Cuauhtotoatla, Tlaxcala

    Sandra Acocal Mora


  • Conocimientos de la niñez sobre el territorio. San José de los Laureles (Tlayacapan, Morelos) explicado por las niñas y los niño

    Tania Alejandra Ramírez Rocha


  • Familia y reproducción social

    José Iñigo Aguilar Medina


  • Estado. Aproximaciones ontológicas

    Víctor Alonso Pineda


  • Miradas

  • El carnaval corporizado

    Enrique Martínez Velásquez


  • Voces del pueblo: El Pulque, una historia de producción, clandestinidad, y sostenimiento familiar

    José Alonso Rodríguez Terán


  • La fiesta o baile del ratón

    Anya de León


  • Corto documental: Vivir mi ser mujer. Xkáll gunnâá rìbànya

    Yerid López Barrera


  • Mujer de la mar de chile: oficio, alimento y territorio

    Susana Cárcamo Rojas


  • La narrativa gráfica como herramienta de investigación e intervención social: estudio de caso San José de Belén (Taperas) Agrado

    Daniela Motta Bautista


  • La ciudad que me habita es la ciudad que escondo

    Romina Álvarez Bové, Paola Velásquez, Nelson Felipe Santander Go


  • Voces

  • Entrevista al Grupo Kwanískuyarhani de Estudiosos del Pueblo Purhépecha

    Rodolfo Oliveros, Donají Cruz, David Figueroa, Juan Gallardo, Tr


  • Xarhatakuarhik- uarhu: el sentir, el decir y el hacer de los artistas visuales de Cherán, frente a situaciones de cambio social

    Juan Gallardo Ruiz


  • Revalorando los chiles de nuestra tierra. Entrevista con don Erasmo Montiel Pascual, nahua de la Huasteca meridional, Veracruz,

    Araceli Aguilar Meléndez, Crescencio Hernández Osorio


  • Chikomexóchitl nació del vientre...

    Yuyultzin Pérez Apango


  • De trabajador temporal a migrante definitivo: el testimonio de Esteban García Hermosillo

    Rosa Verónica Zapata Rivera


  • Crimen, locura y confinamiento indefinido por insania en la República Argentina. La historia de Roberto, el preso más antiguo de

    Mercedes Rojas Machado


  • Reseñas

  • Reseña del libro Morenas de Veracruz. Fisuras de género y nación vistas desde la tarima, de Gloria Luz Godínez Rivas (Veracruz:

    Caterina Camastra


La fiesta o baile del ratón

Anya de León
Universidad Nacional Autónoma de México
annya.leon@gmail.com

Fecha de recepción: 15 de junio de 2020
Fecha de aprobación: 16 de julio de 2020

En este artículo describo los resultados del registro etnográfico de La Fiesta del Ratón, ceremonia que se lleva a cabo en diversos poblados de la región de La Montaña en Guerrero. Visité la comunidad de Zilacayota, perteneciente al municipio de Acatepec, del 24 al 26 de junio del 2019; durante ese periodo también pude realizar el registro fotográfico de la festividad, que gira entorno a los fenómenos naturales y animales relacionados con la agricultura.

Cada año, autoridades del pueblo y sus habitantes, los mbo matha yúwàa/gente de la cabalaza[1] celebran con la “gente-ratón”, a quienes se les considera “vecinos de monte”. En una relación hombre-naturaleza, comparten alimentos, bebidas, música, baile y entorno.[2]

Esta festividad se celebra con la llegada de las lluvias, el día lo determinan los principales y las autoridades del pueblo. La celebración consiste en dar de beber y comer a los ratones y bailar con ellos, y tiene como finalidad expulsar a éstos y otros animales dañinos que pueden perjudicar al cultivo comiéndose las semillas.[3]

Los preparativos para el evento comienzan días antes, cuando se ponen trampas cerca de las milpas. Cuando los animales son atrapados, los xi’ña/abuelos rezadores llevan a cabo rituales dedicados a la deidad Xtóaya’, en los ojos de agua (nacientes de aguas subterráneas), es así como inician los rituales propios de La Fiesta del Ratón.

Después, los xi’ña, el comisario y otros miembros del pueblo se dirigen a la iglesia para asistir a una misa, llevando a los animales, collares de flores amarillas y otros elementos que usarán en la ceremonia. Finalizada ésta, se dirigen al patio principal del pueblo, frente a la comisaria, donde los xi’ña sahúman a todos los participantes, así como los collares de flores y los bastones de mando de las autoridades y principales de la comunidad, mientras el pueblo se reúne alrededor.

Termina esta parte de la ceremonia y todos pasan al comedor comunitario, en el salón se disponen mesas y sillas, frente a una mesa más grande de madera donde se enuncia “Xàpa Gamaku Matha Yúwàa,[4] mesa de gobierno desde la que se recibirá a los invitados. Sobre ésta se ponen los collares de flores, velas, y recipientes con comida. Allí se sientan las autoridades, el comisario y los xi’ña.

Se sirven platos de pozole, de granos muy grandes de maíz, acompañados de una salsa roja y pollo en hebras. También se ofrecen refrescos, cerveza y aguardiente o chilote. Una vez terminados los alimentos, un abuelo rezador y los otros miembros de la mesa principal comienzan a presentar a los animales ante la comida y las bebidas. El xi’ña los sostiene ante platos de pozole de ayocote, también les convidan cerveza, alcohol de caña y Pepsi-Cola.

Los animales tratan de liberarse, pero sus cuerpos son manipulados para enredarles cordones en el cuello. Sobre la mesa de madera, entre velas y rezos en mè´phàà (tlapaneco), algunos ratones mueren ahogados por la bebida que el xi’ña trata de hacerles tragar. Los que sobreviven se “emborrachan” al tratar de limpiarse el pelo mojado de aguardiente.

El mismo ritual se repite con otros animales atrapados, los cuales serán repartidos entre los asistentes a la ceremonia. Todos abandonan el salón del comedor comunitario y pasan a bailar al patio principal; después recorrerán el pueblo, visitando algunas tiendas en busca de ofrendas: más refrescos, cervezas, alcohol de caña, dulces, fruta, cualquier alimento es bienvenido.

En la caminata, los animales morirán poco a poco, entre pisotones accidentales o al ser azotados contra el piso en un intento de baile. En una celebración anticipada para la que se espera sea una cosecha abundante, la “gente-ratón” y “de la calabaza” bailarán hasta el atardecer, para después regresar al comedor comunitario a seguir celebrando. Los cuerpos de los invitados se conservarán, igualmente cada pétalo de los collares, para ser enterrados en el último ritual de la fiesta, donde los animales se convertirán en el espíritu de la milpa, en el guardián del monte.


1. Por la mañana, los xi’ña/abuelos rezadores y otros participantes de La Fiesta del Ratón bajan desde un cuerpo de agua, en el que llevaron a cabo limpias y otras ceremonias, y se dirigen a la iglesia del pueblo. Fotografía: Anya de León, 2019.


2. Los collares de flores son un elemento importante en la fiesta, ya que atavían a los participantes e invitados. Si las flores y sus pétalos llegan a desprenderse, se resguardan pues se utilizan al finalizar las ceremonias. Fotografía: Anya de León, 2019.


3. Después de la misa en la iglesia del pueblo, todos los participantes caminan de regreso al comedor comunitario, ubicado junto a la comisaría, allí se compartirá la comida con los invitados: los ratones. Fotografía: Anya de León, 2019.


4. El xi’ña/abuelo rezador sahúma al comisario, a los bastones de mando y a otros participantes; en algún momento una niña del pueblo ayuda al abuelo en el proceso. Fotografía: Anya de León, 2019.


5. Aunque el ratón es el invitado principal en esta fiesta, también se incluyen lagartijas, y en este caso un armadillo, a quienes se invita a comer pozole de frijol y tomar bebidas como Pepsi-Cola, cerveza y aguardiente o chilote. Fotografía: Anya de León, 2019.


6. Convidar alimento a los ratones y bebidas alcohólicas para que se emborrachen son maneras de persuadirlos para que no coman la semilla y los brotes tiernos de los cultivos; sin embargo, algunos de ellos mueren ahogados mientras el xi’ña los alimenta. Fotografía: Anya de León, 2019.


7. Los invitados: lagartijas, ratones y armadillo son atados con cuerdas, mismas que los participantes manipularán para hacerlos bailar durante el recorrido por el pueblo. Fotografía: Anya de León, 2019.


8. Cada participante tomará a un invitado o hasta a dos. El comisario baja del comedor comunitario y lleva consigo al armadillo, con él baila al ritmo de música de banda, tanto en la explanada principal, como en el recorrido por el pueblo. Fotografía: Anya de León, 2019.


9. Durante el recorrido por Zilacayota, los participantes beben y convidan aguardiente a los invitados, juntos se emborrachan y bailan en La Fiesta del Ratón. Fotografía: Anya de León, 2019.


10.  El recorrido, acompañado de música de banda, pasará por tiendas y comercios alrededor del pueblo. Los tenderos regalarán bebidas, dulces, frutas y otros alimentos a todos los participantes. Fotografía: Anya de León, 2019.


[1] Nombre originario en lengua mè´phàà de los habitantes de Zilacayota.
[2] Jorge Ramírez Soriano, “La vida entre los tlapanecos (los fenómenos sociales y su continuidad)” (tesis de maestría, Universidad Veracruzana, 1998).
[3] Danièle Dehouve, “Los ritos de expulsión de los tlapanecos”, Dimensión Antropológica, año 19, vol. 56 (2012).
[4] Mesa de respeto de la gente del pueblo de la calabaza.

Compártelo

  • Hamburgo 135, Colonia Juárez, Alcaldía Cuauhtémoc, Ciudad de México, CP 06600
  • (55)4166-0780 al (55)4166-0784

Narrativas Antropológicas, primera época, año 2, número 3, enero-junio de 2021, es una publicación electrónica semestral editada por la Dirección de Etnología y Antropología Soocial del Instituto Nacional de Antropología e Historia, Secretaría de Cultura, Córdoba 45, col. Roma, C. P. 06700, alcaldía Cuauhtémoc, Ciudad de México, www.revistadeas.inah.gob.mx. Editor responsable: Benigno Casas de la Torre. Reservas de derechos al uso exclusivo: 04-2019-121112490400-203, ISSN: en trámite, ambos otorgados por el Instituto Nacional del Derecho de Autor. Responsable de la última actualización del número: Íñigo Aguilar Medina, Dirección de Etnología y Antropología Social del INAH, Av. San Jerónimo 880, col. San Jerónimo Lídice, alcaldía Magdalena Contreras, C. P. 10 200, Ciudad de México. Fecha de última actualización: 31 de diciembre de 2020.

Las opiniones expresadas por los autores no necesariamente reflejan la opinión del editor. Queda prohibida la reproducción total o parcial de los contenidos e imágenes de la publicación sin la previa autorización del Instituto Nacional de Antropología e Historia.

Contacto: narrativas2020@gmail.com